domingo, 17 de septiembre de 2017

PUTA TELE

Hay un deseo que pido casi todas las semanas que se cumpla desde que tengo 12 años, a los 16 empecé a no aceptar las condiciones al darme cuenta que mi deseo iba para largo, y a mis 19 me propongo cambiar los ideales. Creo que ya he crecido, se que es lo que me rodea, tengo mis propias opiniones, y bajo mi entender soy lo suficientemente inteligente para saber que tatuaje hacerme y no arrepentirme. No, esto no va sobre tatuajes, pero es que según mi padre no debería estar permitido hacerse un tatuaje hasta los 22 porque no somos capaces de saber si estará bien o si nos arrepentiremos quizás dentro de unos años, aunque también dice que solo pueden permitirse volver después de las 3-4 de la mañana gente con 22 años, cuando ya tienes dos dedos de frente... No me gustan los días en familia de discusiones, de sentarnos en el sofá y ver la tele por horas, de buscar cualquier excusa para que alguien nos acompañe ese día. ODIO las comidas o cenas en familia con la tele puesta, solo pueden verse las noticias o algo que guste a padre porque si no se levanta y se va al ordenador, pero si en las noticias aparece algo sobre lo que a mi entender no llega, sobre lo que reúno poca información y quiero saber mas, o quiero saber un punto de vista distinto o la opinión, no puedo preguntar, porque lo que echan en la tele es sagrado, es algo que le interesa pero a mi no, es algo de lo que no me puedo enterar ampliando información. Quiero apagar la tele y hablar, comentar el día en clase o que el cuente cosas, que mama cuente sus caminatas pero eso es imposible porque la PUTA TELE, como la he llamado hoy y a cambio he recibido un oír, ver y callar, esta encendida.
No es el móvil el que atonta y aísla, sino la tele que esta encendida cuando la familia esta reunida.

Hugs, perdida.

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