Cuando sale una frase o palabra de tu boca, solo tu sabes si es verdadera o falsa.
A lo largo del dia, de las semanas, de los meses, de los años, generalizando, de nuestra vida, decimos miles de mentiras, ya sean por "buenas" causas para no dañar a esa persona que se preocupa por nosotros o por ocultar un secreto, o malas (esas son las peores) las que hacen daño no a otras personas sino a nosotros mismos, aquellas que solo se dicen para dar envidia o para intentar dañar la moral de otros. Intentamos inculcar a los niños pequeños que cualquier mentira es mala, pero cuando es de necesidad se le pide que mienta, a partir de ese momento el niño cambia su visión de ver y usa la mentira como respira.
Los niños y los borrachos nunca mienten, o eso dicen.
Sin embargo las verdades tampoco suelen ser buenas, y estas a veces no solo dañan a uno mismo sino también a la persona que recibe esa verdad, por ejemplo una mala noticia, que son las verdades más dolorosas.
A veces preferimos crearnos una burbuja en la que las verdades y las mentiras no nos hagan daño, solo nuestra realidad, esa que hemos creado con todo lo que nos parece perfecto, desgraciadamente es una absoluta mentira.
Yo prefiero seguir viviendo en mi burbuja, ¿y tu?
Hugs, perdida.
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