Cada lunes empieza una pesadilla que dura hasta el viernes, el gran problema es que esa pesadilla se repite una tras otra semana. Todas esas mañanas a las 7:00 suena un sonido desagradable llamado despertador, ese sonido que me devuelve a la realidad y me despierta de un bonito sueño que no quiero que termine hasta llegar al final, pero el despertador debe tener un sentido para despertarme en la mejor parte del sueño. Pero hay alguien que se niega a dejar levantarme mi amada sabana.
Pero aunque me levante a las 7 todas las mañanas desde que me siento en esa silla de la que me he apropiado en clase el sueño se apodera de mi, se me cierran los ojos y solo puedo pensar en lo bien que se estaba en la cama con la manta en aquel sueño que me habia sumido la noche oscura.
¡¿Porque no se podrian dar las clases mas tardes tumbados con mantas?!
Ese si que es un buen sueño que pudiera realizarse...
Hugs, perdia
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