Es hora de decirle adiós a otro año más, uno en el que yo esperaba el primer día del año un año mediocre pero hoy a día 31 de diciembre, este 2017 es un año que considero increíble y de los mejores de mi vida. Según avanzan los años te paras a pensar y dices que equivocada estaba, que mentiras me tragué, y al final fueron años meh aquellos que pensabas que eran los mejores, pero la verdad que este año con subidas y bajadas, con depresiones y alegrías puedo asegurar que recordaré este año para el resto de mi vida, el primer trimestre empezó bastante bien, el segundo quedó claro que la suerte no estaba de mi parte, el tercer trimestre normalmente coincide con el agobio en cursos escolares, mejoro mi año llevándome consigo experiencias, y el cuarto de chill, de relax, tranquilo, cumpliendo poco a poco sueños. El 2017 acaba dándome una verdadera visión de los amigos, quién está por el interés, quién está por qué quiere y quién está a ratos, dándome cuenta de que mejor pasar de todo y disfrutar, que hay días malos y grises, y buenos y azules, que los clichés se quedan en eso y que tú puedes cambiar lo que quieras. Un año de cabreos porque para que variar, de experiencias inolvidables siendo Mamá Moni o la loca de los libros, de risas y sonrisas sin parar, de canciones gritadas a pleno pulmón, de situaciones embarazosas que hacen ser el monito de WhatsApp 🙈 pero que recuerdas con cariño, de firmas con largas esperas sola conociendo gente increíble o convenciendo a amigos para que acompañen, de bailes hasta que duelan los pies, de caminatas por montañas o carriles bici, un año de vivencias. Pero a pesar de todo, en este 2017 cada vez que recuerdo algún momento ya sea de los tristes o alegres, me provoca una sonrisa porque aunque un día sea malo sabes sacar lo bueno del momento.
Tras esta avalancha de palabras tan solo queda seguir aprendiendo de la vida y aplicar lo aprendido en el próximo 2018.
Feliz 2018!
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