domingo, 14 de octubre de 2018

Compromisos

Cuando era pequeña me encantaba ir de un lado a otro con mis padres y mi familia, jugar con mis primos aunque no siempre sonriéramos, disfrutar de comidas o paseos. Pero con los años la diferencia de edad se nota, la madurez de unos y de otros, las discrepancias aumentan y la llegada de los moviles o aparatos electronicos rompe todo tipo de lazos humanos para que no apartemos la mirada de ellos olvidando lo que ocurre a nuestro alrededor. Y de estar encerrados en la habitación jugando hemos pasado a hablar sobre tema sociales y encerrarnos en nuestros moviles, peleandonos por un sitio en el sofá.

Cada día que pasa se me quitan más las ganas, los compromisos sociales aumentan o disminuyen, influyendo los horarios de estudios o de trabajos y así reduciendo el número de días disponibles, para finalmente no poder realizar a tu gusto los planes y estar a disgusto.

Quisiera ser como Peter Pan y no crecer jamás, quedarme estancada en la primera decima, en bucle o no finalizandola nunca. Disfrutando cada día y aumentando mi saber.

Una solución drastica y que a muchos no gustará o apenará pero es mi decisión, estoy harta de los estreses, de las preguntas, las decisiones, las compras para agradar y todo aquello que rodea este compromiso, que acaba con enfadarme y aburrirme.

Intento ponerle remedio hablando por separado pero aunque satisfactorio, aun queda mucho por realizar, aguantar y crecer.

Odio la denominada edad del pavo.

Hugs, Perdida

La felicidad ¿donde la podemos encontrar?

Pensaba que la felicidad dependía de una serie de sucesos, este año me he dado cuenta de que no tiene nada que ver.

La felicidad no está siempre, debemos tener más sentimientos como la tristeza, la soledad, la alegría, el amor... Todos los sucesos que crean estos sentimientos son aquellos que provocan la vida y la experiencia, siendo la felicidad una parte de un suceso.

Cosas pequeñas o grandes, son aquellas que marcan la diferencia, aquellas cosas que te hacen sonreír por nada o llorar por todo.

Una palabra, una caricia, una frase, un abrazo...

Para mi la felicidad ha llegado este año en cosas pequeñas convertidas en grandes, amigos, trabajos, estudios, viajes y los actos... Que te de las gracias un padre por esperar el semáforo para que sus palabras no caigan en saco roto, han provocado en mí más felicidad que la enhorabuena por un buen examen.

Si que es verdad que las cosas malas siempre parecen ser más que las buenas pero en realidad es la importancia que le das tú.

Así que aunque te parezcan mas malas que buenas, haz crecer las buenas con tu sonrisa y que superen a todo lo malo que puedas creer tener.

Hugs, Perdida.